En una casa apartada en uno de los distritos de Los Ángeles, viven una niña y su padre cariñoso. Es una familia completamente normal, excepto que la niña puede levantar un armario pesado en el aire con una sola mirada, y el arma de su padre siempre está lista para ser retirada del fusible. Todos los días, al salir de casa, papá cierra a su hija y prohíbe categóricamente abrir la puerta. Ella no puede hablar con nadie y ni siquiera se le permite acercarse a la ventana. La única diversión de la niña es mirar en secreto desde detrás de las cortinas detrás del camión de helados que está rondando la casa durante días. Suena la música y una voz misteriosa le pide que abra la puerta y se deleite con su dulce. El bebé quiere tanto helado, pero papá dijo que era mortal: ¡nadie debería verla!
Y luego, un día, la chica rompe la prohibición y comienzan los eventos más increíbles que puedas imaginar.