Una niña religiosa tímida y nerviosa, Maud trabaja como enfermera. La bailarina de mediana edad con una enfermedad terminal, Amanda, se convierte en su nueva sala. Al principio, Maud se preocupa genuinamente por la mujer, pero con el tiempo, su cuidado se convierte en una obsesión, porque la niña cree que solo ella puede salvar a Amanda del tormento eterno.