Sergio tiene 83 años y acepta un trabajo de espía. Es contratado por un detective privado que necesita un "topo" para irrumpir en un asilo de ancianos y averiguar si hay casos de abuso de ancianos. El mismo Sergio enterró recientemente a su esposa, y jugar a un espía lo ayuda a no ahogarse en su propio dolor. Se entrega de todo corazón a su nueva misión, descubriendo muchos detalles increíbles de la vida en un hogar de ancianos.